Arte y Poesía
Por Montse Falcó
A veces no se en que día estoy, ni en que semana y ni tan siquiera en que mes. Vivo dentro de mi, porque no me gusta lo que hay fuera. Me escondo en mi interior porque me niego a ver lo que ocurre en este mundo involucionado, en esta esperpéntica sociedad que no se como hemos creado. Escuchar las noticias me escalofría, abusos, violaciones de menores a menores, engaños, timos, crímenes machistas. Ocupaciones por la cara, y sobre todo esa maravillosa justicia-injusta de la que somos víctimas todos los ciudadanos, nadie nos ampara, nadie nos resuelve, nadie nos escucha.
Por eso prefiero mi mundo interior en el cual he conseguido paz y armonía, prefiero contemplar maravillosos amaneceres y atardeceres que me embriagan de satisfacción, observar como las flores de mi jardín me regalan su esplendor y sus aromas y solo me piden a cambio un poco de agua. Abrazar un árbol, sentarme a su sombra y escuchar los trinos de los pájaros que se asoman en él.
Esto para mi es sencillamente lo que yo llamo felicidad.
Montse Falcó
Vosotros, que enviáis soldados hacia el frente de cualquier guerra.
Vosotros, que sois los transportistas de la muerte.
Vosotros, que creáis infiernos a seres humanos inocentes.
Vosotros, que derramáis sangre con la excusa de la libertad.
Que tenéis en vuestras manos el destino de los que atacáis.
Vosotros, que construís armas capaces de destruir el mundo.
Vosotros, que construís aviones para transportar la muerte.
Vosotros, que creáis infiernos bacteriológicos jugando a ser Dioses.
Saber que vuestras excusas no nos convencen,
que sabemos de vuestro interés, de vuestra avaricia
y que queréis controlar al mundo
Sabed que no somos ajenos a vuestros deseos,
que sabemos la utilidad de esta guerra,
que no os importa destruir con tal de llevaros el dorado botín.
Tened cuidado, quizás algún día se revele a vosotros mismos vuestro propio pueblo
y el resto de los pueblos del mundo y os sorprende la inutilidad de ésta y otra guerras usando como bandera la libertad, haciéndonos sentir la vergüenza de ser humanos.
No hacéis otra cosa que inventar enemigos a los que destruir.
Saber que el verdadero enemigo, los verdaderos terroristas, el verdadero mal
que veis en todas partes podría esconderse dentro de vosotros,
que estáis ciegos a la realidad humana y al mundo que se revela contra vosotros...
Mirad en vuestro interior, escudriñad vuestras almas para comprender e porque de tanto miedo.
Vosotros que deseáis sangre en vez del diálogo.
El engaño en vez de la verdad.
La muerte en vez del amor, sabed que ningún poder, que ningún Dios, ni tan siquiera la historia
podrá nunca justificar vuestros actos.
Libertad de la que carece vuestro espíritu.
Libertad de la que negáis a vuestra alma.
Libertad que se anuda en vuestro corazón.
Pero el poder es tan deseado que os vence con todo anhelo.
Si podéis dormir en paz, sed bendecidos por el dios de los sueños.
Si podéis comer en paz, sed bendecidos por la tierra que os otorga los alimentos.
Y si estáis en paz con vosotros mismos, es que habéis ganado el reino de los infiernos.
Vosotros, instigadores y verdugos que os creéis Mesías,
deberíais ser capaces de perdonar y perdonaros a vosotros mismos.
Pero si continuáis así no alcanzaréis nunca en la vida ni más allá de la muerte el perdón.
Vosotros que sois capaces de sacrificar a vuestros hijos, que os olvidáis de lo que sufrieron vuestros padres aún con el fresco recuerdo de tantas estúpidas guerras, nos hemos dado cuenta de que no os importa el futuro con tal de que vuestro esperpéntico nombre este inscrito en el insólito libro de la Historia.
Montse Falcó
A tu pecho me apretaba,
tenía miedo de perderte
y tu me contestabas
"no podría vivir sin tenerte".
En tu hombro me apoye
tus manos me acariciaban, tus ojos, tus labios, tu cara,
todo en ti te delataba lleno
de amor por mí.
Nunca hubieron problemas,
nunca hubieron enfados, los dos morimos felices teniendo los dos cien años
Montse Falcó
Del odio al amor, un paso
Te odiaba antes a ti
te odiaba y no te tragaba,
mas cuando te conocí
deje de odiarte y me di
cuenta de que te amaba
Montse Falcó
Tus manos entre las mías
enlazadas de puro amor, los besos de nuestros labios,
la felicidad de los dos.
Recuerdo como aquel día
me declaraste tu amor
yo también te quería,
pero tonta dije que no.
Rompimos, pasó el tiempo,
pensé, todo terminó
y con lágrimas en los ojos,
yo, te declaré mi amor.
Pensé que te reirías
como antes ya pasó,
más tus manos con las mías,
tus besos y tus abrazos,
tu locura por mi vida,
te delató enseguida
con puro e intenso amor.
Que dicha entonces sentí
al tenerte junto a mí
oír palabras bonitas
oírte mi vida a ti.
Mi mente va en una dirección, mi cuerpo va en otra,
el tiempo ha sido mi mejor aliado y ahora se ha convertido en mi enemigo.
Tantas cosas que se han perdido, tantos proyectos que se han pospuesto y olvidado. Tantos amores inútiles que me han hecho llorar quemando mis ilusiones, vaciando mi espíritu, alimentando mi soledad...mentira...pérdida de tiempo.
Ahora mi mente corre con lucidez libre de ataduras , imagina, crea, vuela...pero mi tiempo para desarrollarlas se va acabando,
se va fundiendo día a día como una carrera contra reloj... y me gana. No puedo hacer nada en contra, así es la vida.
Mi cuerpo se ralentiza, ya no me responde...entorpece mis manos y mis piernas, la agilidad se ha volatilizado.
Y si, ahora soy mas sabia, nada comedida, nada me avergüenza,
descarada, conscientemente impulsiva, liberada de ataduras sociales y digo y hago lo que me viene en gana.
me otorgo licencias jamás antes permitidas,
pero el tiempo corre en mi contra,
ya es tarde para muchas cosas, pero es pronto para no intentarlas.
Camino con torpeza, mis pasos son lentos, el dolor se cuela por mis venas, mi cuerpo se adormece, mis manos me obedecen a medias,...y luego medito y me digo a mi misma, ¿Qué quieres?
eres simplemente vieja.
Aprovecha al máximo los años que te quedan de lucidez y cordura,
déjate fluir por el bienestar de la vida, disfruta del paisaje con su verdor y color de las flores, deléitate con el trino de los mejores cantores, observa el cielo con sus noches y sus días, con sus radiantes amaneceres, con sus esplendorosas puestas de sol, con el cielo increíblemente límpido y azul, con las nubes rabiosas que sueltan la bendita agua que proporciona la vida.
Disfruta de cada etapa, de cada momento, de cada minuto de tu reloj y saborea lo que te rodea, expresa tus ideas, da igual que te digan que no, ya eres madura .
y cuando llegue el momento de irse, recuerda todo lo que has aprendido y vete con una sonrisa, con la satisfacción de que tus últimos años de vida, aunque menos, han sido de provecho.
Acepta tus arrugas, acepta el paso de los años, quizá sea verdad que hay nuevas reencarnaciones, acepta los años que te quedan porque quizá, solo quizá aún estés a tiempo de ver tus sueños,
hechos realidad
Montse Falcó
Desde el día de mi concepción nunca me quisiste. Tus razones tendrías. Siempre fui una carga para ti, un problema, una desilusión, de hecho nací pequeña y raquítica porque sentía tu desprecio desde el interior de tu vientre, me encogía dentro del líquido amniótico porque me daba miedo salir. Intentaste deshacerte de mi tomando brebajes pero yo esquivaba el fluído maligno de sus efectos. No te salió bien. Jamás entendí tu rabia y tu desprecio aunque fuera un efecto secundario de la relación con mi padre. No tuve la culpa. Me negaste el amor de madre, quizá nunca lo merecí. Tu existencia fue tristre y sombria , tu rostro expresaba tu eterna amargura, descontento y frustración.
Pero en el día de tu muerte nunca podre olvidar tu rostro sereno, tu semblante apacible, tu cara de ángel. La expresión de amargura, de frustración de desengaño, desaparecio de tu tez, se suavizó tu piel y desaparecieron tus arrugas, por fín estabas en paz y ahí fue cuando te reconocí...
Montse Falcó
Sábanas arrugadas como los pliegues de mi alma.
Sábanas heridas, impregnadas de fluidos baldíos,
de esperanzas frustradas, de sueños oníricos,
de placeres y desengaños, de tristezas y olvidos,
de ilusiones... desesperos... y flujos perdidos .
Sábanas que han elevado al clímax mi corazón anhelante, mi piel encendida, el calor entre mis piernas, al llanto de mis ojos, al engaño de mi vida.
Sábanas llenas de suspiros, sudores, quejidos, inspiraciones, de amores de ida y vuelta, de sueños extraviados...y prohibidos.
Sábanas que pasan demasiado tiempo limpias en añoranza de tiempos pasados.
Y al final esta soledad.
Montse Falcó
Nos ponemos constantemente aduanas
y lo que es peor, necesitamos mil pasaportes
para poder entrar en esos mil países
que deseamos visitar constantemente.
Nuestros pies necesitan permiso para caminar por el inframundo
de caminos prohibidos y perturbados.
de andar caminos angulosos y reprimidos
Nuestras manos necesitan pasaporte para acariciar
para tocar y palpar pieles prohibidas y deseadas.
restringidas y vedadas.
Nuestro corazón necesita cientos de pasaportes diarios
para poder digerir todos los sentimientos que aparecen
a cada segundo, a cada instante que nos emociona,
que nos entristece, que nos perturba y necesitamos permiso
para transgredir muchas emociones ilícitas...censuradas.
Ilegales y contraindicadas.
Nuestra garganta es la que mas pasaportes necesita
para pronunciar palabras hirientes, soeces, demoledoras,
palabras que pueden destruir una vida, que pueden destruir,
derrocar, devastar conciencias, mentir, engañar y causar dolores
atroces, sesgar ilusiones, e incluso matar.
Nuestros ojos, esos invisibles y silenciosos órganos
que no usan la palabra pero dicen mucho,
que son como murciélagos en la noche,
como búhos expectantes y a la caza
que sucumben a las tentaciones mas odiosas, infames,
transgresoras, a veces viles, canallas, de mirada perversa,
ignominiosa, cruel, execrable, pero muchas veces tierna
y amorosa...
Nuestra mente invisible, nuestros pensamientos perturbables,
culpable del resto de nuestros órganos, a veces fugitiva,
a veces fugaz, a veces malvada, a veces pérfida,
otras tantas veces creativa, genial, divina,
que a creado todo los pasaportes para poder transgredir las limitaciones
que nos autoimponemos y crear así mil pasaportes para perdonarnos
Libre....Libre.....palabra grande y hermosa
pero yo no soy libre.
Soy esclava del apego, del amor, del dolor.
Esclava del orgullo, de la lujuria, del sexo...
Esclava de mis lágrimas...
Esclava de mi Ego.
Perdóname Libertad por hacer tan mal uso de tu palabra....
aun soltando el odio, el rencor, la rabia, la impotencia,
aun soltando la envidia, la avaricia, los deseos, los sueños
jamás conseguiré ser libre,
mis anhelos, mis palabras, mis angustias, mis temores...
Jamas me permitirán ser libre.
Mis sueños, mis perturbaciones, mis declives,
mis miedos, mi pavor, mis ansias, mi desolación
Jamas consentirán que sea libre.
Como separar mi espíritu de mi humanidad...
Como mirar en blanco a mi alrededor.
Como no esclavizarme cuando estoy enamorada,
como no sentir la soledad cuando se pierde el amor
como no sentir celos cuando otros se besan.
creo que la libertad se consigue con la muerte
cuando se deja el cuerpo y el espíritu asciende
perdiendo todos sus egos.
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